¿Qué es el miedo a la intimidad?
- Sady Gomez
- 26 oct 2016
- 2 Min. de lectura
Aunque parezca extraño, raro o imposible, a la intimidad o al sexo también se le puede tener miedo. Sobre todo puede resultar algo chocante para aquellas personas que disfrutan plenamente de las relaciones sexuales.
En primer lugar, aclaramos brevemente diferentes aspectos a tener en cuenta:
Rechazo, miedo, asco o ansiedad… Pueden ser algunas de las palabras que ayudan a describir esta sensación.

Los valores o creencias, son factores que inciden de manera significativa a la hora de estar a solas con la pareja, incidiendo en la construcción del miedo.
Es indispensable no confundir el pudor con el miedo. El pudor “protege” la parte más sensible de cada un@, pero va desapareciendo gradualmente al ir adquiriendo confianza, pero el exceso de pudor, sí que puede generar anticipación de miedos.
Pero, miedo ¿a qué?
En muchas ocasiones cuando hablamos de esta situación, automáticamente pensamos que es debido únicamente a una situación traumática, una agresión sexual, abuso… Es cierto que estas situaciones pueden ser causantes de una aversión o fobia al sexo, pero no todas las personas que sienten este miedo es debido a estas causas.
Por ello, cuando hablamos de miedo es importante definir la naturaleza del miedo:
A enfrentarse a una relación
Temor a la penetración
Al posible dolor
A la desnudez
Al no saber hacer
Repulsión hacia los genitales, el olor o los fluidos
Desconocer el propio cuerpo o sentir rechazo hacia este
A revivir una situación dolorosa (experiencias negativas del pasado)
La lista puede ser infinita, y hay que tener en cuenta que no son excluyentes entre sí, pero tampoco tienen que aparecer todos.
Este miedo suele venir acompañado de ansiedad, dificultando aún más que un@ pueda relajarse y poder iniciar o disfrutar de la situación y mucho menos excitarse.
Más allá del sexo
El miedo no tiene que ser negativo, al contrario, puede y nos ayuda a sobrevivir y seguir avanzando. El problema aparece con el exceso de miedo, también conocido como ansiedad, este exceso puede generar bloqueo o dificultades también fuera de la cama, por ejemplo al querer conocer a alguien y todo lo que pueda significar (las primera citas, estar a solas…).
¿Te suena esta frase: “Quiero pero no puedo”?
El miedo, forma parte de las emociones, y como tal no podemos evitarlo, pero sí que podemos dejarlo marchar. Si tu objetivo es hacer que desaparezca o desear no tener lo más mínimo, este se bloqueará y el miedo quedara instaurado.
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