Nos movemos en la cama, como nos movemos fuera de ella?
- Sady Gomez
- 26 oct 2016
- 2 Min. de lectura

Alguna vez has oído decir: si como pareja nos llevamos muy bien, hacemos muchas cosas juntos, nos reímos un montón… pero en la cama…no sé…
O todo lo contrario: en la cama hay mucha química y todo es muy pasional, pero cuando no estamos en ella no sabemos ¡ni de qué hablar!
Estas y otras situaciones similares no son nada extrañas, pero ¿qué significado tiene esto para la relación? Quiere decir que si no van a la par, ¿no hay futuro en la pareja? ¿O es una mala relación?
No y si… vayamos por partes. Cada ser individual tiene su propio código (entendemos por código, nuestra manera de funcionamiento, valores, energía, temperamento…) que se reflejan en distintos niveles de nuestra vida, tanto con nosotros mismos o en las relaciones interpersonales, cómo en nuestra sexualidad.
Si nos centramos en las relaciones de pareja, los dos códigos individuales entran en juego, creando un tercero: el ¡nosotros! Este nuevo equipo tendrá que empezar a construir su manera de funcionar teniendo en cuenta sus mochilas individuales, tanto dentro de la cama como fuera de ella, y una retroalimenta a la otra. Por ello, podemos decir que la relación de pareja puede ser un reflejo de cómo funcionan las relaciones sexuales. Aunque a veces funcionen como polos opuestos o mundos completamente diferentes.
Para poder transmitir este concepto, dibujemos distintos escenarios, por ejemplo:
En la cama al 100% – fuera de la cama al 0%: Alto grado de pasión, entrega y una comunicación más erótica. Fuera de la cama, la relación suele ser más monótona e incluso con pocos espacios de intimidad fuera de ella.
En la cama al 0% – fuera de la cama al 100%: Baja iniciativa e interés en el encuentro sexual y/o sensación de falta de química en estos encuentros. Eso sí, fuera de ella resultan ser los mejores compañeros de viaje.
Sé que muchos pensaran que estos escenarios resultan demasiado extremos y que hay muchos matices a tener en cuenta, ¡no todo es blanco y negro! Y estoy completamente de acuerdo, ¡la gama de grises es infinita! Pero el extremo (aparte de ser una exageración de la situación) pretende transmitir la idea de que el escenario ideal es ir hacia la mejora de la pareja, y con esto dibujamos el tercer escenario:
En la cama al 99% – fuera de la cama al 99%
Si, leíste bien: ¡99%*! El objetivo no es conseguir el 100% de cada espacio, ni tan siquiera, como en los anteriores escenarios, el 100% en uno de ellos.
¡Di NO al 100%! ¿Por qué? ¡Porque ¡no existe! El 100% representa la perfección absoluta, el buen funcionamiento, sin altibajos de ningún tipo, días perfectos todos los días, sin problemas, ni preocupaciones, ni malentendidos, sin días malos, ni estrés… ya sabemos que esto es irreal e imposible, además sería un tanto aburrido. La búsqueda constante de la perfección puede dar lugar a una frustración irremediable y sensación constante de vacío. Con ello, no quiero decir que se trate de conformarse, o no intentar mejorar por miedo al fracaso.
El objetivo es crecer, soñar, y avanzar, pero no persiguiendo utopías.
Recuerda que… una persona con éxito, no es más que un@ fracasad@ con entusiasmo.
*99% como símbolo de mejor, cada uno o cada pareja puede establecer cuál es su % a conseguir.
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